El cine de Verano, que guay!
- Cynthia A. Tovar Vargas
- 19 jul 2017
- 3 Min. de lectura
El día en Madrid durante el verano es largo, anochece cerca de las 10 de la noche. Para
una Mexicana que solo ha venido a Europa en Invierno es una experiencia un poco
aterradora, no hay un solo día que a las 12 de la noche yo este dormida.
A lo que voy es que con tardes-noches tan largas algo tengo que hacer, escucho sobre
los Cines de Verano y no dudo en investigar y lo que descubro es tan guay, (tengo que
advertir que puede que no este haciendo uso correcto de esta palabra “guay” pero es
que me gusta mucho, hago mi mejor esfuerzo para agregarla en mis oraciones
correctamente).
Hay diferentes sitios para ir a ver una película, parques, galerías, autocines, las opciones
de películas van para todo tipo de público. Películas de autor, algo más comercial como
éxitos taquilleros, o películas infantiles para los más pequeños de la casa.
A donde ir,
Cuando escuche sobre el cine en el parque me pareció tan romántico que no pude
negarme, elegí ir al Parque de la Bombilla y aventurarme en esta experiencia que nunca
había tenido oportunidad de experimentar.
Llegué a la estación Principe Pío y de ahí camine sobre la avenida Florida hasta que di
con la puerta del parque, la vista de bienvenida es hermosa, unas luces colgadas de
poste en poste que invitan a acercarse, el estacionamiento esta abarrotado, llegan
parejas en motocicletas listas para disfrutar de la función.
Esta vez salí con una pareja de Argentinos divinos a quienes no les importo llevarme a
hacer mal terció. Ellos compraron los boletos, 5 euros, pues yo llegue un poco tarde
(terrible costumbre mexicana).
La película casualmente es de Argentina, me dicen que ganó un premio Goya, “El
ciudadano ilustre”, me siento completamente ignorante sobre el tema, el cine de autor
o de arte llega poco a México, y en donde vivo Cancún, no tenemos muchas salas que
ofrezcan espacio para estas películas, consumimos en su mayoría, las películas
taquilleras de nuestros vecinos del norte.
Hacemos una fila corta para entrar, todo muy organizado, entramos a un pasillo con
algunos puestos de bebidas y comida, un área de mesas con sillas, a lo lejos veo una
pantalla y sillas, sigo sobre el mismo pasillo, la “sala” que me toca es la dos. Lo que veo
es hermoso, al aire libre, son casi las 10 de la noche, el cielo se ve maravilloso, las luces
aún están prendidas, el lugar comienza a abarrotarse, personas de todas las edades
comienzan a elegir sus lugares, se escuchan muchas voces. Decidimos comprar algo de
beber, estamos a 38 grados, por 2.5 euros me tomo un rico Tinto de Verano (parece que
tengo un crush con esta bebida).
Las luces se apagan y la función comienza, la gente es maravillosamente respetuosa,
celulares apagados, se escuchan pocas voces, la película pasa bien, la trama me tiene
completamente enganchada, el cielo se ve nublado, pienso que espero que no vaya a
llover.
La película de la sala 1 ha comenzado también, no me molesta en absoluto, el audio es
perfecto, el acomodo de las sillas permite a todos ver la pantalla sin problema, sigo
disfrutando, se escuchan algunas carcajadas, la película tiene un tono de humor negro y
sarcasmo que va como sal y pimienta, excelente combinación.
Pasan de las 12, la gente aplaude, la película termina, el fina es bastante inesperado. Me
ha gustado mucho. Sin duda me encantaría volver por 5 euros a ver otra película al aire
libre.
Cine de Verano me dejas con nostalgia, emoción y sonrisa.
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