Las ´Maravillas´ de Tetuán, la babel madrileña
- ROMINA DUCCA PREGO
- 20 jul 2017
- 3 Min. de lectura
Saliendo de los circuitos céntricos de Madrid, encontramos en el distrito de Tetuán un joya oculta para el turista: se trata de un antiguo mercado de abastos, el Mercado de Maravillas,de aquellos que tantas veces aparecen en las películas. Con una variedad de productos increíbles, nada mejor que conocer el mercado para entender la tradición española y las nuevas corrientes inmigratorias que caracterizan al distrito.
Por la agitada avenida Bravo Murillo del distrito de Tetuán, un enorme edificio anuncia en letras grandes y doradas, un tanto kitsch, que allí hay “maravillas”. ¿Maravillas? ¿A qué se refiere? ¿Qué consideramos una “maravilla”? A primera vista, puede pensarse que se trata de baratijas, productos importados de bajo costo, pero nada nos dice qué encontraremos allí. La gente entra y sale cargada de bolsas, vendedores ambulantes ofrecen en su vereda a viva voz desde aguacates hasta silbatos que simulan el canto de los pájaros.
A partir de la entrada, esquivando a los que salen apresurados, como extasiados por llegar a sus casas y disfrutar de las maravillas conseguidas, dos escaleras suben a un primer piso que nos conducirá a lo que el cartel prometedor anunciaba.
Cuando llegamos a ese esperado piso se abre el abanico de ofertas, productos frescos y cultura de barrio que distingue al Mercado de las Maravillas como uno de los mercados más grandes de Europa y el de mayores dimensiones de Madrid por sus 20000 metros cuadrados cubiertos, de los cuales 8800 están ocupados por los comercios.
Un enorme pulpo asoma seguido por rosadas costillas de cerdo, setas de todos los tamaños y colores, leche fresca de Cantabria, jamones por doquier, panes de todas las formas y sabores, granos y legumbres para todos los gustos. Se trata de un auténtico mercado de abastos de los barrios madrileños, los mercados de las plazas, aquellos que las películas hollywoodenses y europeas utilizan para retratar el sur del continente. Muchos de ellos fueron desapareciendo en la capital española y otros se convirtieron en mercados gourmet, con poca esencia de barrio y destinados más para el turismo o la alta gastronomía que para el consumidor común, ése que nos vendió el cine.
El Mercado de Maravillas es otro mundo dentro del mundo que es el distrito de Tetuán dentro del mundo que es Madrid. Colores, sabores, sonidos y aromas destacan la pluralidad de uno de los barrios más multiculturales de la ciudad. Allí se pueden encontrar desde pescados y mariscos frescos hasta tiendas de ropa de estilo oriental y productos latinos como el refresco peruano “Inka Cola” y la yerba mate argentina.
Es que así es su entorno. Así es el distrito de Tetuán donde conviven y confluyen españoles, grandes comunidades latinas de dominicanos, peruanos y colombianos, marroquíes, chinos y filipinos. Así es esa agitada avenida que en las horas pico parece una babel de idiomas y vestimentas. Donde se escucha muy fuerte el reguetón y la bachata, donde muchas mujeres usan hiyab y otras shorts super ajustados y cortos, donde una peluquería está pegada a otra peluquería, donde muchos hablan tan alto que pareciera que se están peleando, donde muchos creen que hay peligro pero en realidad se trata de mundos muy diversos que coincidieron en esas calles y que día a día se van conociendo y adaptando.
La historia del mercado se remonta a 1933 cuando empezaron a funcionar los primeros puestos en las inmediaciones del lugar. Allí anteriormente existió una fábrica de papeles pintados llamada “Las Maravillas” a la que le siguieron un noviciado y luego un colegio secundario que al incendiarse fue trasladado. Las obras para agrupar a los vendedores se interrumpieron durante la guerra civil, reanudándose en 1939 y finalmente, en 1942, nace oficialmente el mercado.
Allí se encuentran las “maravillas”: productos frescos que maravillan con sus colores y calidad; bares que despliegan aromas del terruño latino y otros que nos embeben en la tradicional y fascinante comida española; puestos de ropa, zapatos y productos para el hogar con precios inmejorables.
Para quien quiera vivir la intensidad de Tetuán o las costumbres españolas más tradicionales mezcladas con las nuevas nacionalidades que llegan al país, nada mejor que visitar su mercado. Para quienes disfrutan de la buena comida y quieran salir de los circuitos del turismo tradicional madrileño, nada mejor que darse una vuelta por este mercado de abastos y maravillas.
Kommentarer